En medio de la crisis, el organismo internacional hizo un llamado urgente a respetar los derechos de quienes se encuentran en esta condición.
La crisis por el Coronavirus ha generado consecuencias políticas, económicas y sociales en todo el mundo. Un fenómeno que ha cambiado la vida de millones de personas, que hoy se encuentran aisladas en un intento por frenar la pandemia, mientras científicos trabajan por dar con una solución al problema lo antes posible.
Una situación extrema, donde la ONU hizo un llamado urgente a no olvidarse de las personas con discapacidad. Que en la actualidad son señaladas como de alto riesgo por el organismo, debido al aislamiento social y la pobreza que afecta a una gran parte de ellos.
Catalina Devandas, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con esta condición, advierte de la situación: "Las personas con discapacidad sienten que las han dejado atrás. Las medidas de contención, como el distanciamiento social y el aislamiento personal, pueden ser imposibles para quienes requieren apoyo para comer, vestirse o ducharse".
Por ello hace un llamado a los Estados a que tengan presente la situación de estas personas, y también de sus acompañantes que tienen que hacerse cargo de administrar los tratamientos o de simplemente entregar compañía, y que son esenciales en su vida: "Es vital el acceso a apoyos económicos adicionales para reducir el riesgo de que estas personas y sus familias caigan en la pobreza o mayor vulnerabilidad" aclara Devandas.
En Chile la realidad no es distinta, y gran parte de las personas con discapacidad tienen que enfrentar condiciones de pobreza y de abandono, las que se acrecientan en medio de la crisis. Según los datos entregados por la encuesta de Caracterización Socioeconómica del 2017 (Casen) un 10,7% de personas en el primer quintil, es decir, el sector de menores ingresos, tiene algún tipo de discapacidad.
El mismo estudio indica que las personas con discapacidad poseen en promedio 3,3 años menos de educación que el resto de la población, donde sólo el 30,3% de dicho segmento realiza alguna actividad productiva remunerada.
Por ello, hoy el llamado de la representante de ONU es a no desatender a estas personas: "Limitar el contacto con sus seres queridos deja a las personas con discapacidad totalmente desprotegidas frente a cualquier forma de abuso o negligencia en dichas instituciones" señaló.